martes, 26 de abril de 2011

Trabajar demasiado puede ser peligroso para la salud. El consumo de arándanos podría ser útil para controlar la obesidad

Trabajar demasiado es un riesgo para la salud
(Vox Populi de la Ciencia, Radio Bemba)

27 de abril de 2011

IA. ¿Qué es el corazón y qué son las arterias coronarias?

El corazón es el órgano más importante del sistema circulatorio. Es un poco más grande que la mano cerrada del individuo que lo porta y funciona como una bomba que tiene cuatro cavidades, dos superiores llamadas aurículas (derecha e izquierda) y dos inferiores llamados ventrículos.

Como bomba, aspira la sangre y la empuja, a la vez que abre y cierra válvulas para el control de los volúmenes de sangre. Los movimientos del corazón son conocidos con el nombre de latidos y son posibles gracias al movimiento del músculo que lo forma. Este músculo se llama miocardio y para ser irrigado por la sangre de la persona necesita un conjunto de arterias que se llaman coronarias. Por lo tanto, las arterias coronarias son exclusivamente para irrigar con sangre el corazón.


IB. La escala de riesgo Framingham

Es un sistema de medida del riesgo en que se encuentra una persona para sufrir un ataque cardiaco. Es aplicable como primera prevención, para gente en la que no hay evidencia establecida de enfermedades cardiovasculares. Se trata de afectaciones del corazón que no tienen nada que ver con los latidos acelerados de los enamorados.

Esta escala toma en consideración la edad, el sexo, el colesterol total, el colesterol HDL, si tienen diabetes o no, y el hábito de fumar. Enseguida se asigna un número que puede ir desde -2 hasta 17, luego es comparado con una tabla que permite indicar si el riesgo es grande o pequeño. El colesterol es una grasa que viaja por la sangre en forma de pequeñas gotas porque no se puede disolver en agua. Hay dos tipos de colesterol, el llamado colesterol bueno (cuyas siglas son HDL) y el colesterol malo, con siglas LDL. Se considera que es éste último el que forma trozos grandes que tapan los vasos sanguíneos y en ocasiones también las arterias.




Cuando el número que resulta es superior a 14 se considera que en los próximos diez años hay un 53% de riesgo de sufrir un ataque cardiaco en el caso de los hombres y de 18% hasta 27% en el caso de las mujeres.

IC. Nueve investigadores de Inglaterra, Turquía, Finlandia y Francia afirman que trabajar demasiado puede ser perjudicial para la salud.


Los autores han publicado en la revista científica Annals of Internal Medicine, el artículo “Uso de información adicional sobre las horas de trabajo para predecir la enfermedad de coronarias del corazón”. Fue publicado el 4 de abril de 2011 y los científicos trabajaron sobre la base de que muchas horas de trabajo está asociado al incremento del riesgo de enfermedad de coronarias del corazón.

Lo que los autores hicieron fue estudiar a 7095 adultos con edades entre 39 y 62 años. De éstos, 2109 eran mujeres, lo cual se traduce en un porcentaje de 29.7% del total; el 70.3% restante, estaba formado por 4986 varones.

Los autores utilizaron la escala de riesgo de Framingham como base para iniciar las comparaciones y realizaron monitoreos cada cinco años, más datos tomados en los hospitales. Usando esa escala como regla para medir, el hallazgo más impresionante es que los participantes que trabajaban once horas o más por día, tuvieron un riesgo de ataque cardiaco 67% más alto que quienes trabajaron de siete a ocho horas diarias.
Fuente: http://www.annals.org/content/154/7/457.abstract

II. El consumo de arándanos podría tener efectos sobre la salud que son considerados positivos por los investigadores de la Universidad de la Mujer en Texas.





Esta Universidad es una institución con sede en la ciudad de Denton, en el estado de Texas. La opinión de los científicos se centra en que el consumo de los arándanos dificulta el desarrollo de la obesidad, uno de los mayores riesgos para la salud de las personas.

La nota científica fue publicada por el portal de difusión científica Science Daily News, cuyo grupo de reporteros entrevistó a la joven estudiante de postgrado Shiwani Moghe. Ella explicó que la base para su estudio fue un cultivo de células de ratones de laboratorio a los cuales se les aplicó un conjunto de sustancias químicas conocido con el nombre de polifenoles. Se llama cultivos celulares a las preparaciones de células específicas que son colocadas en recipientes de laboratorio bajo condiciones controladas de temperatura, de humedad y de alimentos o de sustancias aplicadas para los estudios que se proyectan.

Los polifenoles se encuentran en muchos alimentos, como son: el té, la cerveza, las uvas, el vino, el aceite de oliva, el chocolate, el cacao, las nueces, los cacahuates, las granadas, la yerba mate y otras frutas y vegetales. Cabe agregar que el interés del trabajo de esta joven se centró en los polifenoles azules, que son extraídos de los arándanos azules.

El estudio consistió en revisar si los polifenoles provenientes de los arándanos pueden actuar sobre el tejido tomado de ratones de laboratorio y estudiar si influyen sobre el proceso de diferenciación de células que se modifican para tomar propiedades que son típicas de las células adiposas.

Las células adiposas, o adipocitos, son las que forman el tejido blanco que llamamos grasa. Tienen forma redonda y miden de 10 a 200 micras y funcionan como almacenes de una clase de sustancia que se llaman triglicéridos. Son muy pequeñas pero pueden ser vistas con un microscopio. Cuando el cuerpo necesita de mucha energía, hace uso de estos triglicéridos para aprovecharlos como energía. Como explicamos en varios programas de Vox Populi de la Ciencia en el año 2008, mientras se desarrollaban los Juegos Olímpicos de Beijing, el tipo de ejercicio que requiere de esta clase de fuente de energía son las carreras de larga distancia y todos los deportes en los cuales el esfuerzo se extiende por varios minutos.

Regresando al trabajo de Shiwani Moghe, ella separó un conjunto de tejidos a los cuales no les aplicó polifenoles provenientes del arándano, para disponer de un grupo de control, es decir, las muestras con las cuales sería comparado el resultado del experimento. A otro grupo similar de tejidos les aplicó los polifenoles y encontró que en ellos la cantidad de lípidos (o sea grasas) disminuyó en 27%.

Ella advierte que todavía falta probar estas sustancias en seres humanos y revisar si también en ellos se producen efectos similares. También necesita determinar si no existen efectos secundarios, y después de eso, encontrar cuál sería la dosis adecuada para ser consumida por los humanos a fin de disponer de una forma de prevenir el desarrollo de la obesidad.
Fuente: http://www.sciencedaily.com/releases/2011/04/110410130824.htm

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