martes, 26 de abril de 2011

Los celulares sí tienen efectos sobre el cerebro pero aún no se sabe si estos son positivos o negativos.

Actualidades Científicas
(Vox Populi de la Ciencia, Radio Bemba)

2 de marzo de 2011

Un estudio del Instituto Nacional de Salud, bajo dirección de Nora Volkow, llega a la conclusión de que los teléfonos celulares podrían afectar la actividad del cerebro y agregan que sus consecuencias sobre la salud son desconocidas por ahora.
Los investigadores encontraron que el uso del celular durante 50 minutos estuvo asociado con el incremento en el metabolismo de la glucosa en el cerebro, en la región más cercana a la antena del teléfono. Afirman, además, que el significado clínico de esa modificación es desconocida por ahora.





La traducción del título del artículo de Nora Wolkow y colaboradores es: “El uso del teléfono celular podría tener efectos sobre la actividad del cerebro, pero sus consecuencias sobre la salud son desconocidas”. Se publicó el 22 de febrero de 2011 en la revista científica The Journal of the American Medical Association, que podemos traducir como: “La Revista de la Asociación Médica Estadounidense”.

Si nuestros radioescuchas lo desean, pueden contactar la dirección: http://www.digitalnewsrelease.com/?q=jama_3778 para presenciar un video de casi dos minutos de duración en el que se explica, en inglés, el resultado principal del estudio, se agrega además, una imagen del cerebro tomada por medio de tomografía de emisión de positrones. Quienes no entienden ese idioma, pueden hacerse acompañar de una persona que si lo comprenda para que se los traduzca.

Los investigadores condujeron una investigación desde el primero de enero de 2009 hasta el 31 de diciembre de ese año, durante el cual estudiaron a 47 participantes, quienes fueron inyectados con una sustancia que se llama fluorodeoxiglucosa y enseguida fueron sometidos a una observación mediante tomografía de emisión de positrones. En programas anteriores hemos explicado qué son las tomografías de emisión de positrones.




La fluorodeoxiglucosa es una sustancia química que se usa para obtener imágenes médicas, su fórmula química es C6H11FO5, lo cual quiere decir que tiene 6 carbonos, 11 hidrógenos, un flúor y 5 oxígenos. El flúor es el noveno elemento de la tabla periódica porque tiene 9 protones en el núcleo y 9 electrones en su exterior; en la naturaleza existe un único isótopo de flúor, que tiene 10 neutrones en el núcleo. A ese isótopo se le llama flúor-19 porque sumando la cantidad de protones y de neutrones que tiene en el núcleo nos da el número 19. Conviene agregar que los protones y los neutrones son las partículas que se encuentran formando los núcleos de todos los átomos.

Además, existe un isótopo artificial que se llama flúor-18 porque tiene un neutrón menos en el núcleo. Se construye mediante unos aparatos que reciben el nombre de ciclotrones, que sirven para acelerar iones hasta que alcanzan las energías necesarias para bombardear muestras de otras sustancias. Cuando se trata de obtener el flúor 18 se aceleran protones que luego son lanzados contra una muestra de agua en la que algunas de sus moléculas contienen oxígeno-18. Como hemos explicado en otros programas, se les llama iones a las partículas que portan carga eléctrica, mismos que provienen de átomos o de moléculas rotos a los que les faltan cargas negativas, o positivas, para recuperar su neutralidad.

El oxígeno es un elemento que se diferencia del flúor en que tiene un protón menos en el núcleo, de modo que cuando un protón acelerado golpea al núcleo del oxígeno 18 lo convierte en flúor-18, que inmediatamente tiene que ser extraído mediante reacciones químicas para introducirlo en la fluorodeoxiglucosa, que enseguida debe ser transportada a la sala de tomografía de emisión de positrones.

La característica del flúor-18 es que en su núcleo ocurre un fenómeno conocido con el nombre de decaimiento “beta más”, que consiste en que uno de sus protones se transforma en un neutrón más un neutrino más un positrón. Este último es el que interesa en la sala de tomografía de emisión de positrones y la necesidad de transportar la sustancia rápidamente a la sala de tomografía es que el proceso dura un poco menos de 110 minutos, los cuales tienen que ser aprovechados para preparar la inyección que se le aplica al paciente. El neutrino es una de muchas partículas que existen en la naturaleza, su existencia fue imaginada por el físico Wolfgan Pauli, quien se atrevió a postular su existencia en 1930 con argumentos científicos, sin embargo, es tan difícil de observar, que pudieron encontrar los primeros en los laboratorios especializados hasta el año 1956.

Una vez que la fluorodeoxiglucosa se encuentra dentro de la persona, su organismo la trata como si fuera glucosa y la transporta por el torrente sanguíneo para que sea utilizada en las regiones en las que la actividad del ser humano la necesita. El flúor-18 está emitiendo positrones en todo momento y viajan dentro del organismo del individuo para chocar inmediatamente con algún electrón, aniquilándose mutuamente para desaparecer en estallido en el que se producen ondas electromagnéticas en la forma de rayos gamma.



Estos rayos gamma son detectados en la sala de emisión de positrones por medio de detectores conectados a computadoras con programas especialmente confeccionados para hacer una imagen con los datos que vienen de los sensores, dando lugar a un mapa tridimensional de la parte del cuerpo que se está observando.



En el caso de los 47 individuos estudiados por el grupo de Nora Wolkow, se observó que cuando estaban usando el teléfono celular, había una región del cerebro que se iluminaba más en la imagen, lo cual indicó que en esa región había más actividad cerebral. Las mediciones realizadas les permitieron a los científicos encontrar que dicha actividad cerebral era 7% superior a la del resto del cerebro.
Fuente: (JAMA 2011;305[8]:808-814.

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