domingo, 24 de abril de 2011

La música bella, ¿asunto de unos y de ceros? Veamos qué reportan especialistas en informática

Actualidades Científicas
(Vox Populi de la Ciencia, Radio Bemba)
26 de enero de 2011

Nuestro concepto de belleza musical podría estar relacionado con la capacidad para comprimir los datos que expresan las piezas musicales. De ser así, la música bella sería aquélla que es más fácil de reducir de tamaño en un archivo de computadora.

El Doctor Nicholas Hudson ha publicado recientemente un artículo en la revista científica: BMC, Notas de Investigación, en el que plantea que podría haber un aspecto objetivo detrás de la subjetividad que significa la apreciación personal por el gusto musical.




Trabajando con base en la teoría de la información, Nicholas Hudson ha llegado a la conclusión de que las piezas musicales bellas son aquéllas que parecen tener una gran complejidad y riqueza en sus notas, pero que al ser codificadas resultan ser las que pueden ser reducidas en un porcentaje mayor. Porque tienen su riqueza musical incluye la existencia de ciertos patrones que se repiten.

¿Qué es la teoría de la información?
Es una rama de las matemáticas aplicadas y de la ingeniería eléctrica que involucra la cuantificación de la información. Es decir, se trata de una rama de la ciencia que trata de asignar un número a la información que lleva un mensaje, un artículo de periódico, un libro, una pieza musical, etcétera. Es el análogo de asignar un número como la energía al movimiento de un proyectil.

¿Que es la música?
La música es una forma artística que se basa en sonidos. Usa notas musicales además de conceptos como melodía, armonía, ritmo, etcétera.
Una melodía es una sucesión de notas musicales que pueden ser consideradas como una entidad.
La armonía es la disciplina que estudia la percepción del sonido en forma simultánea, en sonidos organizados que se llaman acordes. También es importante la relación que se establece con los sonidos previos o con los que vienen después.
El ritmo en la música se refiere a la frecuencia de repetición de los sonidos en intervalos regulares y sonidos irregulares en forma ocasional. En el ritmo se aprovechan sonidos fuertes y débiles, largos o breves, altos o bajos para llevar a cabo la composición. El ritmo se define como la organización de los sonidos en el tiempo, que perciben los oyentes como una estructura.
La sucesión de sonidos es ordena en nuestra mente, con lo cual somos nosotros los que le damos una forma a la pieza musical.

Es bien sabido que todas las culturas han hecho música a lo largo de lahistoria, pero no se sabe por qué. Por esa razón, el origen de la música sigue siendo de mucho interés para los científicos. Nicholas Hudson cita a otro especialista, de nombre Oliver Sacks, para afirmar que nos interesamos en la música debido a la habilidad que ésta permite a los compositores y ejecutantes para inducir estados mentales en los oyentes.

Hudson nos cuenta en su artículo que la música está llena de patrones, es decir de organizaciones de las notas musicales que se repiten. En esa organización las notas pueden tener un balance entre predictibilidad y sorpresa. La predictibilidad está relacionada con la habilidad de quien escucha para captar patrones en las notas musicales y en el ritmo y usarlos para predecir cuáles son las notas musicales que vienen enseguida.

Nicholas Hudson cita estudios en los cuales se ha llegado a la conclusión de que cuando no ocurre la nota que estamos esperando nos produce tensión, mientras que cuando sí se presenta la nota que nosotros pensamos que sigue, nos produce placer.

En una computadora se usan 1-s y 0-s para almacenar la información y Nicholas Hudson nos dice que es necesario hacer una diferencia entre compresión de datos sin pérdida y compresión de datos con pérdida, con lo cual trata de explicar que el objetivo es utilizar la menor cantidad posible de 1-s y 0-s pero conservando la mayor cantidad posible de información.

Se dice que los datos son comprimidos cuando se logra reducir el número de 1-s y 0-s necesarios para expresar una pieza musical o una imagen, o cualquier otro archivo, con buena calidad. Por ejemplo, si se trata de la canción: “el hombre de ninguna parte”, de los Beatles, se trata de usar menos 1-s y 0-s en un archivo de computadora comprimido, pero de tal forma que cuando queremos escucharlo, exista un procedimiento para recuperar los 1-s y 0-s del archivo original.

Un ejemplo puede ser el número 1, 010, 101, 010 se lee: mil diez millones ciento un mil diez, que puedo guardar con una orden que diga: 10 5 veces.

Como ejemplo de su hipótesis de trabajo, Nicholas Hudson compara la tercera sinfornía de Bethoven, que se puede comprimir hasta ser el 40.6% de su tamaño original; con piezas musicales como “Theme from Bubbleman” de Andy Van, comprimida hasta el 68.5% del original, o “I should be so Lucky” de Kylie Minogue, que se pudo comprimir hasta el 69.5% del tamaño original, o también “White Wedding” de Billy Idol, comprimida hasta el 57.5%.

Hudson pretende que está clase de consideraciones podrían llevarnos a la explicación del origen biológico de la música, de tal modo que la apreciación musical podría contener el fondo cierta capacidad del organismo para comprimir la información. Si fuera así, la belleza musical podría tener cierta base objetiva, más allá de lo que es comúnmente aceptado.

Entonces, las piezas musicales que son consideradas magistrales podrían tener algo en común: que una vez almacenadas en archivos de computadora, se pueden comprimir en mayor medida que aquéllas que no entran en esa clasificación. Esta propiedad de las piezas musicales que trascienden a muchas generaciones de seres humanos es independiente de los instrumentos usados y del estilo del compositor.





El autor no considera al arte por debajo de la ciencia como producto cultural, por el contrario, muestra su admiración por los artistas cuando escribe en su artículo que: “En cualquier caso, hay un sentido en el cual el artista es afortunado; ellos logran crear la compresión potencial, mientras que los científicos nada más descubren el potencial de la compresión.”
Fuente: Nicholas J Hudson
, “Musical beauty and information compression: complex to the ear but simple to
the mind?
”, BMC Research Notes.

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