viernes, 1 de julio de 2011

La orientación política de los individuos y las diferencias en sus cerebros (Vox Populi de la Ciencia, Radio Bemba)


29 de junio de 2011




Estudios científicos desarrollados en los últimos siete años llevan a los investigadores a concluir que las personas con distinta orientación política tienen diferencias también en sus cerebros.


Se trata de una línea de desarrollo de la ciencia en la que están convergiendo la biología y la anatomía con la psicología. La base para los estudios es la observación del cerebro por medio de imágenes tomadas con resonancia magnética. Éste es el método para explorar los tejidos del interior del cuerpo de un organismo vivo. Se usan dos campos magnéticos uno estático en una dirección y otro que aumenta y disminuye conforme pasa el tiempo, pero apuntando de manera perpendicular. Hemos explicado los detalles en otros programas de Vox Populi de la Ciencia y en el blog será incluida una explicación con dibujos.

Midiendo el volumen de partes del cerebro en personas vivas

Existe un método para medir el volumen de regiones específicas del cerebro de una persona viva basándose en imágenes tomadas por medio de resonancia magnética. Las técnicas utilizadas para obtener el volumen de estas regiones del cerebro han venido desarrollándose al menos desde el año 2002, como explican Simon Keller y Neil Roberts en un artículo publicado en la Revista de Ciencias Antropológicas (Journal of Anthropological Sciences) en el año 2009. Su título es “Medición del volumen del cerebro usando MRI: software, técnicas, selecciones y prerrequisitos” (Measurement of brain volume using MRI: software, techniques, choices and prerequisites).

La diferencia en cerebros y en orientación política
Con base en este avance los autores ingleses: Ryota Kanai, Tom Feilden, Colin Firth y Geraint Rees, estudiaron el volumen de la amígdala cerebral y la de la parte anterior de la circunvolución del cíngulo de personas que se calificaron a sí mismas desde liberales hasta conservadoras. Los investigadores han publicado sus resultados este 7 de abril de 2011, en un artículo científico en la revista Current Biology. El título del artículo lo traducimos como “Las orientaciones políticas están correlacionadas con la estructura cerebral en adultos jóvenes”.
Fuente: Ryota Kanai, Tom Feilden, Colin Firth and Geraint Rees, Political Orientations Are Correlated with Brain Structure in Young Adults, Current Biology, Volume 21, Issue 8, 677-680, 07 April 2011.

¿Qué es la amígdala cerebral y qué es la circunvolución del cíngulo?




Para comprender de cuáles partes del cerebro estamos hablando invitamos a nuestros radioescuchas a revisar en el blog de Vox Populi de la Ciencia la emisión del miércoles 10 de febrero de 2010, en la cual presentamos una explicación sobre la relación entre las lesiones de la amígdala cerebral y la falta de prudencia para arriesgar dinero en las apuestas. Allí explicamos también qué es la amígdala cerebral. En esencia podemos decir que la falta del buen funcionamiento de la amígdala cerebral lleva a no atender las señales de riesgo, mientras que el exceso en el trabajo de ésta hace que el individuo exagere los riesgos posibles.

Asimismo, en la emisión de Vox Populi de la Ciencia del 7 de abril de 2010 mencionamos la existencia de una región del cerebro que se llama Área 25. Esta área está formada por la ínsula y por otra parte del cerebro llamada circunvolución del cíngulo, del latín cingulatus que significa cinturón; esta región se llama así porque semeja un cinturón alrededor del centro del cerebro. Tiene relación con el proceso de valoración del conocimiento.

El papel del cíngulo anterior del córtex



El córtex es una parte de la corteza cerebral y el neocórtex es la parte del cerebro que se desarrolló cuando los mamíferos evolucionaron. En el caso del ser humano esta parte del cerebro es muy grande y es como un enorme hongo que rodea a la parte del cerebro que se llama cerebro límbico.

En marzo de 2011, las estudiantes de doctorado del Departamento de Psicología de la Universidad de Stanford, Nicole Giuliani y Emily Drabant, en colaboración con el Doctor James Gross, de la misma Universidad, publicaron un artículo en la revista Psicología Biológica (Biological Psychology), intitulado “Volumen del cíngulo anterior del córtex y regulación de las emociones: ¿más grande es mejor?”. En ese trabajo reportan que usando técnicas de medición del volumen de diversas partes del cerebro por medio de imágenes de resonancia magnética, llegan a la conclusión de que el volumen de cíngulo anterior del córtex está relacionado con los procesos de revaloración de la calidad de las personas o las cosas.
Fuente: NR Giuliani, EM Drabant and JJ Gross, Anterior cingulate cortex volume and emotion regulation: is bigger better? Biol Psychol. 2011 Mar;86(3):379-82. Epub 2010 Dec 5.



Antecedentes del trabajo de Kanai y colaboradores


En el año 2003 un grupo de cuatro investigadores plantearon una pregunta acerca de la clase de factores ambientales o psicológicos que influyen sobre la orientación política de los individuos. Lo hicieron en un artículo que publicaron en la revista científica cuyo título traducimos como Boletín de Psicología (Psychological Bulletin). Aunque las actitudes políticas son comúnmente asociadas únicamente a causas del entorno social, estudios recientes han empezado a identificar influencias biológicas sobre las orientaciones políticas de los individuos. Por ejemplo, un estudio sobre gemelos, aparecido en el año 2005 en la Revista Estadounidense de Ciencia Política, demostró que hay influencia genética sobre la orientación política. El nombre del artículo lo traducimos como “¿Las orientaciones políticas son transmitidas genéticamente?”

Por otra parte, tres investigadores de la Universidad de California en San Diego y uno de la Universidad de Harvard, publicaron en octubre de 2010 un artículo cuyo título traducimos como “Las amistades moderan una asociación entre la ideología política y una variante de un gene asociado a la dopamina”. Ellos publicaron su reporte científico en la Revista de Política, que es el órgano de difusión de la Asociación de Ciencia Política del Sur. Allí presentaron argumentos que sugieren la existencia de una relación entre componentes sociales y hereditarios que influyen sobre la ideología política.
Fuente: jhfowler.ucsd.edu/friends_drd4_and_political_ideology.pdf

En el año 2007, David Amodio, del Departamento de Psicología de la Universidad de Nueva York, junto con cuatro colaboradores, presentaron en la revista Nature Neuroscience, un estudio en el que ellos afirman que los individuos conservadores muestran un estilo de conocimiento más persistente y estructurado, mientras que los individuos liberales tienen más disposición para responder a la información compleja, ambigua, o novedosa. Hicieron ver también que en los individuos liberales funciona en mayor medida la parte del cerebro que llamamos parte anterior de la circunvolución del cíngulo.
Fuente: Neurocognitive correlates of liberalism and conservatism. Nat Neurosci 10(10):1246-7 (2007).

En el año 2009, Nicolas Rule, del Departamento de Psicología de la Universidad Tufts de Massachusetts, y cinco colaboradores, publicaron un reporte sobre su investigación acerca de la conducta de los votantes y la forma en que la toma de decisiones se detecta en la actividad de la amígdala cerebral. El nombre del artículo lo traducimos como “La conducta de los votantes se refleja en la respuesta de la amígdala cerebral en distintas culturas”. Apareció publicado en la revista “Social Congnitive and Affective Neuroscience”. Allí los autores presentaron un estudio con japoneses y estadounidenses que participaron en una elección simulada. Se les presentaron diferentes caras para que seleccionaran su candidato y a la vez sus cerebros eran monitoreados por medio de resonancia magnética. La conclusión de los investigadores es que existe evidencia en el sentido de que, tanto para japoneses como para estadounidenses, la amígdala cerebral se activa en esa toma de decisiones.
Fuente http://scan.oxfordjournals.org/content/early/2009/12/05/scan.nsp046

En octubre de 2006, John Jost, de la Universidad de Nueva York, publicó un artículo cuyo título traducimos como “El fin del fin de las ideologías”, en el cual mostró varias tablas con los porcentajes de votantes por candidatos presidenciales desde 1972, con una escala muy simple en la que asignaba los siguientes números:
1 para extremadamente liberales.
2 para liberales.
3 para ligeramente liberales.
4 para moderados.
5 para ligeramente conservadores.
6 para conservadores.
7 para muy conservadores.

El número asignado era seleccionado por los propios entrevistados a pregunta expresa del entrevistador. Una de las conclusiones relevantes de John Jost es que esta misma tabla permite predecir por quién decide votar cada individuo.
Fuente: John T. Jost , The End of the End of Ideology .

La relación entre la anatomía del cerebro y las orientaciones políticas

Basados en la experiencia anterior, Kanai, Feilden, Firth y Rees, diseñaron una tabla del 1 al 5 para que los individuos que ellos estudiaron se clasificaran a sí mismos. El número 1 correspondió a los más liberales y el 5 a los más conservadores. Después los sometieron a resonancia magnética para ver el volumen (tamaño) de su amígdala cerebral y el volumen de la región anterior de la circunvolución del cíngulo.

Se trataba de comprobar la relación del volumen de la amígdala cerebral y del cíngulo anterior del córtex con las orientaciones políticas de los individuos. Para ese propósito tomaron imágenes con resonancia magnética de 90 personas saludables, todas clasificadas como jóvenes adultos, siendo mujeres el 61% de ellas. Antes, estas personas reportaron de manera confidencial su inclinación política en la escala de cinco puntos ya mencionada.

En su artículo científico los investigadores reportan dos gráficas diseñadas por ellos para explicar sus resultados. Éstas pueden ser entendidas por cualquier estudiante de secundaria que ha aprendido a trabajar con el plano cartesiano. Les llaman Figura 1A y Figura 1B. En la primera de ellas cuentan en el eje vertical el volumen de la materia gris del cíngulo anterior del córtex y en el eje vertical los número del 1 al 5 para indicar que se avanza de las personas con pensamiento liberal en la izquierda hacia las de pensamiento liberal en la derecha. Dicha gráfica muestra una línea recta que va bajando al avanzar de izquierda a derecha, lo cual significa que los individuos con pensamiento conservador tienen menos volumen de la parte del cerebro que se llama cíngulo anterior del córtex.




Enseguida, en la Figura 1B, cuentan en el eje vertical el volumen de la materia gris de la amígdala cerebral y en el eje horizontal, de nuevo, los números del 1 al 5 para indicar en el lado izquierdo a los más liberales y en el lado derecho a los más conservadores. En este caso la línea recta crece conforme se avanza hacia la derecha. Lo cual indica que mientras más conservador es el individuo, más grande es su amígdala cerebral.




Nosotros sintetizamos esos hallazgos como sigue:
Los investigadores están afirmando que los individuos con pensamiento conservador tienden a tener más grande la parte del cerebro que está relacionada con el procesamiento de los temores. A su vez, las personas con pensamiento liberal tienen más grande la parte del cerebro en que se procesa la revaloración de la calidad de las personas o las cosas.


Los autores exponen sus hallazgos como sigue: sus resultados son consistentes con otros estudios sobre orientación política, en los cuales se ha encontrado que influyen los procesos psicológicos que manejan los miedos y la incertidumbre. Hacen ver también que existen otros resultados científicos en los cuales se afirma que quienes tienen la amígdala cerebral más grande son más sensibles al miedo y tienen puntos de vista más conservadores. Recomendamos a los interesados revisar las referencias que listan estos autores en su artículo.

Los investigadores Ryota Kanai, Tom Feilden, Colin Firth y Geraint Rees, explican también que una de las funciones del cíngulo anterior del córtex es mantener un seguimiento – monitorear – la incertidumbre y los conflictos. Por esa razón, afirman, es de esperarse que los individuos con un cíngulo anterior del córtex más grande tengan una capacidad más alta para tolerar incertidumbres y conflictos permitiéndoles aceptar puntos de vista más liberales.

Aparte del cíngulo anterior del córtex, hay otras estructuras del cerebro que podrían mostrar actividad neuronal cuando el individuo reflexiona sobre la orientación política. Los conservadores responden con más agresividad que los liberales ante situaciones de amenaza y son más sensibles ante expresiones faciales de amenaza. Por esa razón, las personas con orientación conservadora podrían mostrar diferencias en las estructuras cerebrales que procesan las emociones. Éste es el caso de la amígdala cerebral.

Ryota Kanai y colaboradores plantean que se requieren más estudios para saber si los cambios en la estructura cerebral llevan a cambios en la conducta política, o si es al revés, es decir, si la conducta política modifica la estructura del cerebro.


Fuente: http://www.cell.com/current-biology/retrieve/pii/S0960982211002892