Radio Bemba
13 de enero de 2010
I. Los estudiantes de postgrado mexicanos recibieron el día 8 de enero las becas que el Conacyt debió depositar el día primero del año. ¿Es esto parte de la política científica del CONACYT? ¿Qué haría usted con esos recursos si fuera inversionista?
Sabemos en medios universitarios que los estudiantes de postgrado mexicanos recibieron con siete días de retraso su beca correspondiente al mes de enero de 2010. De acuerdo a datos reportados en el periódico La Jornada del 24 de diciembre de 2008, el CONACYT tenía hace un año aproximadamente 23 mil becarios. Trabajando con la hipótesis de que ese número no se modificó, y de que el promedio de las becas es de $6 400 pesos mensuales, la cantidad congelada durante 7 días asciende a $147 200 000 (147 millones 200 mil pesos). Los bonos emitidos por el gobierno federal, conocidos como CETES, dan en este momento un rendimiento de 4.48% anual, si Usted lo deposita a 7 días. Por lo tanto, depositar a este plazo los $147 millones de pesos le proporcionaría $549 546.66. Es decir, más de medio millón de pesos en regalías, tan solo por hacer sufrir a los becarios que además de preocuparse con sus obligaciones como estudiantes de postgrado, tienen que pagar la renta, la electricidad, el agua y comprar alimentos.
II. El oso polar está cambiando su hábitat y la probabilidad de encuentros con el ser humano se incrementa.
Se define un hábitat como el espacio que reúne un conjunto de condiciones adecuadas para la residencia y la reproducción de una especie, de forma tal que mantiene su permanencia. Debido a las nuevas condiciones del hielo en el mar, el oso polar se está mudando para tratar de vivir en otros sitios. En un estudio realizado con la acumulación de datos desde 1979 hasta 2005, científicos del Servicio de Vida Salvaje y Peces de Anchorage, Alaska, reportan que se ha venido observando que los osos polares están buscando con más frecuencia los lugares en tierra y en aguas abiertas sin presencia del hielo. Los seres humanos suelen frecuentar esos mismos sitios, de modo que se piensa que el número de encuentros entre unos y otros habrá de crecer. Entre 1979 y 1987, del total de avistamientos de osos polares, el 12% ocurrieron en sitios sin hielo, en cambio, entre 1997 y 2005, el número de avistamientos de osos polares en lugares sin presencia de hielo fue del 90%. Karyn Rode, del grupo de investigación mencionado, afirma que sus datos sugieren que el oso está optando por hábitat sin hielo porque éste está escaseando. También hace ver que por esa razón se han incrementado los encuentros de estos animales con los hombres nativos de Alaska y el Norte de Canadá: los esquimales.
Fuente: http://www.sciencedaily.com/releases/2010/01/100107151657.htm
III. A los virus les gusta volar en avión. Frase jocosa para informar que la pandemia del virus AH1N1 parece haberse distribuido mediante infecciones transmitidas en los aviones.
Sally Blower, directora del Centro de Modelaje Biomédico del Instituto de Neurociencias y Conducta Humana Semel, de la Universidad de California en Los Ángeles, junto con Bradley Wagner y Brian Coburn, quienes ocupan sendos puestos de postdoctorado en el grupo de investigación de Blower, han estado desarrollando un nuevo modelo matemático para predecir la transmisión del virus AH1N1 durante vuelos. Ellos encuentran que la transmisión se incrementa durante los vuelos más largos, especialmente cuando se viaja en la clase económica. Según sus datos, ocurren de 2 a 5 infecciones durante vuelos cuya duración es de 5 horas, mientras que puede haber de 5 a 10 infecciones cuando los vuelos duran 11 horas. Asimismo, cuando los vuelos duran del orden de 17 horas las infecciones suben desde 7 a 17. El grupo de investigación considera que es evidente que las infecciones individuales fueron las que transportaron la enfermedad desde México como epicentro. Los investigadores consideran necesario perfeccionar su modelo para lograr una predicción más precisa de la probabilidad de tomar una infección durante un vuelo.
Fuente: http://www.sciencedaily.com/releases/2010/01/100107114724.htm
IV. El sistema de cámaras del Telescopio Espacial Hubble ha permitido desarrollar un mosaico de fotografías que dan una imagen del universo hasta hace 12 mil millones de años.
El Telescopio Espacial Hubble fue puesto en órbita de la tierra en abril de 1990 y tiene la ventaja de que evita deformaciones de imagen ocasionadas cuando la luz de las estrellas atraviesa la atmósfera. En éste trabaja un sistema de cámaras que funciona desde el año 2004 y se llama Cámaras Avanzadas para Exploración. Funciona junto con la Cámara de Campo Amplio número 3, instalada en el otoño de 2009 y ha proporcionado fotografías que fueron combinadas en un rango de colores que van desde la luz infrarroja hasta la luz ultravioleta, pasando por las frecuencias de la luz visible al ojo del ser humano.
Fuentes: http://hubblesite.org/
http://www.sciencedaily.com/releases/2010/01/100105161542.htm
http://www.nasa.gov/mission_pages/hubble/servicing/SM4/main/Summary_FS_HTML.html
V. El 4 de enero de 2010 la NASA anunció en su portal que ya han sido descubiertos 5 exoplanetas.
El Telescopio Espacial Kepler gira en torno a la Tierra y fue colocado en órbita en marzo de 2009. Está diseñado para concluir su misión a fines de 2012 y ha sido diseñado para encontrar planetas del tamaño de la tierra en la zona habitable de estrellas similares al sol, se ofrece como resultado que hasta ahora se han podido descubrir cinco planetas, bautizados por ahora como: Kepler 4b, 5b, 6b, 7b y 8b. La zona habitable de una estrella similar a la nuestra se define como aquélla en la cual las condiciones de radiación recibida desde la estrella es similar a la nuestra. Es decir, más cerca, se siente demasiado caliente, más lejos, es demasiado frío para la vida tal como la conocemos. De todos los planetas descubiertos, el Kepler 4b es el más pequeño, con casi 4 veces el radio de la tierra. Los otro cuatro son más grandes que Júpiter, siendo el planeta Kepler 7b el mayor de todos. Todos estos planetas son muy calientes y su masa es más de 1/10 de la necesaria para formar una estrella. Sin embargo, son tan calientes que sus temperaturas en la superficie van desde 3 900 hasta 5 400 grados Celsius. Si traemos a la memoria que la temperatura en la superficie del sol es del orden de 6 000 grados Celsius, podemos comprender que estos planetas alcanzaron una masa apenas por debajo de la necesaria para convertirse en estrellas. Jon Morse, director de la División de Astrofísica de la Nasa, afirma que esos descubrimientos eran los esperados al iniciar la investigación y que solamente es cuestión de tiempo para que el Telescopio Kepler logre descubrir planetas más pequeños.
El siguiente portal contiene imágenes realmente bellas.
Fuente: http://kepler.nasa.gov/
http://www.lanasa.net/Nasa/Nasa/Nav_Nasa_News.asp
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