miércoles, 7 de julio de 2010

El SNI y sus objetivos III Arnulfo Castellanos Moreno (Vox Populi de la Ciencia, Radio Bemba)

Después de pasar el filtro administrativo, las solicitudes de los aspirantes a ser considerados como científicos reconocidos como integrantes del Sistema Nacional de Investigadores, son evaluadas mediante el número de publicaciones, la calidad de la revista en que se publica, lo cual se mide por medio de un número llamado parámetro de impacto, el número de citas que recibe cada uno de sus artículos, la naturaleza aislada o colectiva de su trabajo. Más recientemente se ha agregado el número de tesis doctorales dirigidas, a lo cual se le llama: formación de personal.

De esta forma aparentemente neutral, los científicos mexicanos se han convertido en pequeños apéndices de grandes corrientes de investigación científica que se mueven a nivel internacional bajo la influencia indiscutible de las revistas de mayor impacto, casi siempre estadounidenses, en primer lugar, y europeas, en segundo.

El carácter neutral de estas corrientes de investigación científica es falso, como se descubre a continuación, basándonos en el contenido del libro: “Mentes Disciplinadas”, de Jeff Schmidt, un ex editor de la revista Physics Today, quien fue despedido de la misma después de 19 años de trabajar en ella, inmediatamente después de la publicación de ese libro.

Empezaremos por citar el caso de Alexie Maradudin, de la Universidad de California en Irvine, quien explica a qué se dedica el grupo de investigación que él dirige: “Una gran parte de la actividad científica en mi grupo se dedica al estudio teórico de los fenómenos de superficie”, y en su visión como profesor afirma “Como maestro, creo que mi papel no es solamente transmitir información a mis estudiantes, sino también enseñarlos cómo pensar y razonar.”
Fuente: http://www.physics.uci.edu/faculty/maradudin.html

Maradudin es un hombre de ciencia muy exitoso, reporta 423 publicaciones científicas desde 1958 hasta 2008, 159 publicaciones en proceedings, es decir libros que resultan de congresos de física que seleccionan el material más interesante presentado en ellos para publicarlo. Reporta 69 libros, capítulos de libro y artículos de revisión. Estos últimos son solicitados por los editores de las revistas científicas a quiénes ellos consideran que son autoridades académicas en un campo de la ciencia.

En determinado momento, Maradudin tenía un apoyo de 578 000 dólares por parte de la fuerza aérea de los Estados Unidos para realizar una investigación sobre “Interacción de Radiación Electromagnética con Materiales Sólidos”. La explicación científica del proyecto de investigación de este profesional de la física, no muestra más interés que la curiosidad científica, y el honesto deseo por saber más sobre los fenómenos de nuestro mundo.

Sin embargo, luego de hacer ver que se trata de una exposición de objetivos impecablemente libre de intereses militares y en el que no se descubre algún fundamento social para adquirir más de medio millón de dólares de apoyo, Jeff Schmidt pasó a revisar el contrato de Investigación Científica número F49620-78-C-0019 de la Fuerza Aérea, que se encuentra archivado en el Centro de Información Técnica de Defensa, fechado el 26 de octubre de 1978 y el 29 de agosto de 1985. La descripción que hace la fuerza aérea, que se puede leer en la página 74 de su libro “Mentes Disciplinadas”, cito:

“Aquí resulta clara la naturaleza del fundamento social de esta investigación en física teórica fundamental: 'vigilancia y detección', 'detectores de infrarrojos [calor]', 'ventanas y espejos' para láseres de altas energías, 'materiales bajo la acción de haces de láser' - en una palabra: armas”

Jeff Schmidt es el señor de la siguiente fotografía:




También como resultado del estudio del mismo archivo de la Fuerza Aérea, en la página 75 de su libro, Jeff Schmidt agrega un comentario más acerca de un trabajo previo de Maradudin y otro colega de apellido Mills, intitulado “Investigación Teórica y Experimental de Propiedades de Materiales de Cristales y Superficies de Cristales”, apoyado por la fuerza aérea, cito: “La tecnología de energía de láser de altas energías está encontrando amplia aplicación en los futuros sistemas de la Fuerza Aérea ... Mejor que las pruebas de ensayo y error de una amplia variedad de materiales, esta investigación busca el entendimiento de las interacciones cuánticas en y sobre cristales sólidos”.

Yo agrego un comentario más acerca del título de uno de los más de 400 artículos de Maradudin, publicado en la revista científica Physical Review B, volumen 44, páginas 8565 a 8571, en 1991: “Estructura de Bandas Fotónicas de sistemas bidimensionales: Redes triangulares”. También invito a ver la figura del avión F-117 “halcón nocturno” en el internet. Su prototipo se estaba probando en las fechas en que este trabajo fue elaborado.



Después de revisar el Oficio de Apoyo a la Investigación, número DAAL03-92-G-0239, tal y como se describe en el Resumen de Trabajo Unitario del 23 de mayo de 1995, Jeff Schmidt cita también la opinión gubernamental sobre otro proyecto intitulado “Retrodispersión mejorada de luz a partir de superficies aleatorias y fenómenos relacionados” (The enhanced backscattering of light from random surfaces and related phenomena). El ejército afirmaba que el trabajo de Maradudin era altamente relevante para ellos porque ayudaría en la detección de amigos y enemigos.

Por cierto, este trabajo incluyó en al menos una publicación al físico mexicano Eugenio Méndez, del Departamento de Óptica del CICESE. Un hombre considerado muy exitoso porque reporta más de 80 publicaciones científicas. La traducción al español del artículo al que nos referimos es: “Retrodispersión mejorada de luz a partir de superficies metálicas con rugosidades débiles aleatorias” y apareció en Applied Optics, volumen 32 páginas 3335 a 3343 en 1993.

En el próximo programa trataremos el caso de los siguientes investigadores: Norman Rostoker, Nathan Rynn y Gregory Benford.

La conclusión de los ejemplos anteriores es que gran parte de la investigación científica a la cual se encuentran atados nuestros científicos mexicanos tiene que ver con intereses militares de los países integrantes de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

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