(Vox Populi de la Ciencia, Radio Bemba, 3 de febrero de 2010)
I. Células madre rescatan células nerviosas por contacto directo.
Una célula madre es una célula que tiene capacidad de autorrenovarse mediante divisiones de si misma. También puede continuar una vía de diferenciación para la que está programada y, por lo tanto, producir células de uno o más tejidos maduros, funcionales y diferenciados.
La mayoría de tejidos de un individuo adulto poseen una población específica propia de células madre que permiten su renovación periódica o su regeneración cuando se produce algún daño de sus tejidos.
Un tipo de células madre muy importantes son las embrionarias, que forman parte de la masa celular interna de un embrión de 4 a 5 días de edad y que tienen la capacidad de formar todos los tipos celulares de un organismo adulto.
Además, estas células madre embrionarias pueden mantenerse (en el embrión o en determinadas condiciones de cultivo) de forma indefinida, formando al dividirse una célula idéntica a ellas mismas, y manteniendo una población estable de células madre. Existen técnicas experimentales donde se pueden obtener células madre embrionarias sin necesidad de destruir el embrión.
El Instituto Karolinska de Suecia ha dirigido el trabajo de varios grupos de investigación que han logrado trasplantar células madre en tejido nervioso dañado. El experimento se ha desarrollado en ratones de laboratorio y también en muestras de cerebro humano in vitro. Los tejidos de cerebro humano provenían de cerebros dañados en accidentes o que habían sufrido enfermedades degenerativas. Los científicos han encontrado que en donde había conexiones dañadas que impedían el transporte de moléculas entre células, se tendieron puentes que facilitaron ese movimiento de moléculas de un lugar a otro del tejido. El científico Eric Herlenius, del Instituto Karolinska, afirma que esos hallazgos significan que se ha abierto una nueva puerta para el posible tratamiento futuro de daño neuronal. Además del instituto citado, participaron en la investigación: El Instituto de Investigación Médica de Stanford-Burnham, la Escuela de Medicina de Harvard y la Universidad Libre de Bruselas.
En síntesis, los científicos han podido demostrar que las células madres pueden establecer conexiones que permiten rescatar neuronas en peligro de morir, y aunque aún se desconoce el mecanismo preciso que les permite sobrevivir una vez que se establecen dichas conexiones, ya se piensa en una posible estrategia para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas mediante el trasplante de células madre en el cerebro.
Fuente: http://www.sciencedaily.com/releases/2010/02/100201171754.htm
II. Los científicos han encontrado cuál es la estructura tridimensional de una enzima que es usada por el virus del VIH (o virus del sida).
Los científicos saben que cuando el virus del sida infecta a una célula, utiliza una enzima que se llama integrasa para lograr que su información genética sea cargada en la célula y que ésta empiece a reproducir copias del virus.
Los estudios farmacológicos ya habían logrado demostrar que hay medicamentos que trabajan contra el virus del sida mediante el bloqueo de esa enzima (integrasa), pero no habían conseguido determinar cuál es la estructura tridimensional de la integrasa, es decir, cómo es el arreglo geométrico de sus átomos en el espacio.
Este acomodo geométrico es importante porque, cuando se conoce, ayuda a buscar más mecanismos para bloquear su acción. La nota importante es que la revista científica Nature acaba de publicar, este 30 de enero, un artículo de investigadores del Colegio Imperial de Londres en el que se reporta que han logrado hacer crecer un cristal que muestra la estructura tridimensional de la integrasa. Para lograr este objetivo los científicos necesitaron más de 40 000 intentos. Así lo relató el Doctor Peter Cherepanov, líder del grupo del Departamento de Medicina del Colegio Imperial de Londres.
Los científicos utilizaron la técnica de rayos X, que ya explicamos previamente en varios programas hace 10 meses, para saber cómo es el acomodo tridimensional de los átomos de la enzima llamada integrasa. La técnica se llama difracción de rayos X y consiste en que éstos son lanzados contra la muestra del cristal para saber cómo los dispersa hacia una superficie en la que se dibujan manchas blancas donde los rayos X son muy intensos y manchas oscuras donde esos rayos son muy débiles.
Fuente: http://www.sciencedaily.com/releases/2010/01/100131142438.htm
III. Pintar de blanco los techos de las casas podría ayudar a disminuir la temperatura de las ciudades en más de 3 décimas de grado centígrado.
Con un modelo desarrollado en computadora, un grupo de científicos del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de los Estados Unidos ha podido demostrar que la temperatura de las ciudades podría disminuir en más de 3 décimas de grado Celsius si se pintan de blanco los techos de las casas. Esto es importante porque se ha podido medir que debido al asfalto y los materiales utilizados en la construcción, las ciudades se han convertido en grandes celdas calientes que presentan temperaturas locales que alcanzan de 1 a 3 grados Celsius más que las temperaturas registradas en las áreas rurales circundantes.
Los científicos han insistido en que su modelo es todavía preliminar, pues es necesario tomar en cuenta que la contaminación ensucia los techos y empaña la blancura original de los techos recién pintados.
Fuente: http://www.sciencedaily.com/releases/2010/02/100201145445.htm
III. Los árboles parecen estar creciendo más rápido debido a los cambios en el clima.
Según el ecólogo Geoffrey Parker, los bosques de Maryland, uno de los 50 estados de los Estados Unidos, están creciendo más rápido en los últimos 20 años. Midiendo la producción de árboles en toneladas por cada acre, que equivale a 4 046.85 metros cuadrados, esto es un poco más de 40% de una hectárea, o dicho de otra forma es un poco más del 40% de un cuadrado de 100 por 100 metros, Parker afirma que un censo de los bosques lo lleva a la conclusión de que por cada acre hay dos toneladas más de árboles cada año. Este dato se manifiesta en que los bosques están más empaquetados, lo cual podríamos traducir como más tupidos en el español que usamos en Sonora.
Parker afirma que ha comparado con datos de los últimos 225 años, encontrando que el censo iniciado a partir del 8 de septiembre de 1987 proporciona resultados como los que ya mencionamos.
Parker y su colega Sean McMahon afirman que este fenómeno podría deberse a un proceso de adaptación de los bosques ante el aumento de 12% en los niveles de dióxido de carbono y el incremento de 3 décimos de grado en la temperatura.
http://www.sciencedaily.com/releases/2010/02/100201171641.htm
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