miércoles, 10 de febrero de 2010

Actualidades Científicas 10 de febrero de 2010

(Vox Populi de la Ciencia, Radio Bemba)
10 de febrero de 2010

I. La falta de prudencia para arriesgar el dinero en las apuestas está relacionada con lesiones en una región del cerebro que se llama amígdala cerebral.

Benedetto De Martino, quien realiza un postdoctorado en el Instituto Tecnológico de California, mejor conocido como el CalTech por su nombre en inglés, realizó un estudio que permite demostrar por primera vez algo que ya se sospechaba desde hacía años: que la tendencia a no atender las señales de riesgo cuando se llevan a cabo juegos de azar, es un problema de conducta relacionado con lesiones en la amígdala cerebral. Éstas no deben confundirse con las amígdalas faríngeas, también llamadas adenoides, que se encuentran en la parte superior de la garganta y que atrapan muestras"de las bacterias y de los virus aunque pueden infectarse ellos mismos. Los científicos creen que los adenoides funcionan como parte del sistema inmunológico del cuerpo al filtrar los gérmenes que tratan de invadir el cuerpo y que ayudan a desarrollar los anticuerpos contra los gérmenes.

Para explicar dónde se localiza la amígdala cerebral, conviene recordar que el cerebro tiene una parte central muy antigua, similar al cerebro de los reptiles, y además, otra relativamente nueva que crece como un hongo al rededor de la más vieja. Esta parte nueva es el córtex, donde también se encuentra el neocórtex, una zona muy grande en el ser humano, que hace la diferencia entre nuestro rendimiento cerebral y el resto de los animales. En esta zona se encuentran cuatro partes que reciben el nombre de lóbulos, son: el temporal, el frontal, el parietal y el occipital. En este punto es recomendable asistirse de una figura, que puede ser encontrada en un libro de anatomía, o también en el internet.



Regresando a las amígdalas cerebrales, éstas son dos regiones del cerebro que están formadas por un conjunto de neuronas localizadas en los lóbulos temporales, hacia el centro del cerebro, en una parte que suele llamarse también el cerebro límbico. Esta región se encarga de procesar las emociones y se sabe que aquellas personas con lesiones en esa área del cerebro pueden observar las caras de otras personas y reconocer varias expresiones de sentimientos, excepto la del miedo. Se ha confirmado también que las personas con lesiones en la amígdala cerebral no reconocen el sentimiento del miedo en sí mismas.

El experimento consistió en darle a los participantes $50 dólares al principio del juego y a jugar mediante el lanzamiento de una moneda con oportunidades de ganar o perder de $50 contra $50. Según las reglas del juego, la probabilidad de ganar o perder variaba en el transcurso del tiempo, por ejemplo, a veces podrían ganar $50 dólares o perder $20, dependiendo del resultado del juego; mientras que a la siguiente ocasión podrían ganar $30 o perder $40.

En el grupo de estudio había dos personas con lesiones en la amígdala cerebral por razones genéticas y había personas saludables como grupo de control para comparar los resultados. Como era de esperarse, las personas saludables tenían poca tendencia a jugar cuando la diferencia entre ganar y perder era pequeña, pero estaban plenamente dispuestos a jugar si las diferencias entre ganar y perder eran grandes (con ganancia muy superior a la de pérdida).

En cambio, las personas que tenían lesionada la amígdala cerebral no se veían muy afectadas por esas diferencias, e incluso, llegaron a jugar cuando la ganancia posible era mucho más pequeña que la pérdida.





En los análisis financieros se le llama aversión al riesgo a la actitud de las personas que tratan de evitar las inversiones que son peligrosas porque la probabilidad de perder aumenta. Por esa razón, los autores del estudio afirman que las lesiones en la amígdala cerebral están relacionadas con esa falta de prudencia en el manejo de recursos económicos cuando se participa en juegos de azar.
Fuente: http://www.sciencedaily.com/releases/2010/02/100208154645.htm


II. Los residuos del tabaco adheridos a las paredes de las habitaciones en las que previamente han estado fumadores, contienen agentes cancerígenos cuyo potencial tóxico se mantiene durante días, semanas y hasta meses.


Investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence de Berkeley han logrado demostrar que las superficies de los sitios en los cuales han estado personas fumando absorben los residuos del tabaco de tal forma que estos reaccionan con el aire del interior. En particular, este aire interior contiene contaminaciones de ácido nítrico que reaccionan con los residuos del tabaco que está pegado a las paredes, produciendo nuevas sustancias cancerígenas que permanecen allí durante semanas o meses.



Estas sustancias se encuentran en las paredes, en los techos, en los pisos, las alfombras y las superficies de los muebles de la habitación. El compuesto que se produce se llama nitrosamina, el cual consta de un complejo de átomos que se llaman nitritos y de otro complejo de átomos que se llaman aminos. Se presenta también en los alimentos cuando las temperaturas de cocinado son muy altas y en el estómago del ser humano con altas condiciones de acidez.

Según Hugo Destaillats, químico del Departamento del Laboratorio de Ambientes Interiores de Berkeley, “... las nitrosaminas se encuentran entre los agentes cancerígenos más poderosos que resultan en el tabaco sin quemar y en el humo del tabaco.”
Fuente: http://www.sciencedaily.com/releases/2010/02/100208154651.htm

III. Afirman científicos del Colegio Universitario de Londres (University College London) que la mayoría de los ingredientes para que esté presente la vida se encuentran en la luna de Saturno que se llama Encélado.
Un grupo del Laboratorio Mullard de Ciencias Espaciales que trabaja en la misión Cassini-Huygens ha encontrado iones de agua con carga negativa en secciones de hielo de la luna Encélado, que gira en torno a Saturno.




A partir de datos obtenidos en vuelos del año 2008, ellos encontraron evidencia de la presencia de agua líquida en esa luna de Saturno. Los datos fueron obtenidos mediante un aparato que porta la nave espacial llamado espectrómetro de plasma, el cual fue usado para obtener evidencia de la presencia de varios compuestos químicos, incluyendo hidrocarbonos.

Según el Profesor Andrew Coates, líder del grupo, no es sorpresa que se encuentre agua allí, lo novedoso es la presencia de iones de agua de vida corta, es decir, ganan un electrón, pero lo vuelven a perder pronto. Según Andrew Coates, parte de lo interesante del hallazgo está en que además hay iones negativos de carbono y energía suficiente para la realización de reacciones químicas típicas de las que ocurren en los ambientes en los que se presenta la vida.



¿Pero qué son los iones? Conviene explicar que los iones se forman cuando el número de electrones no coincide con el número de protones en un átomo o en una molécula, lo cual da lugar a que las cargas negativas de los electrones no se equilibran con las cargas positivas de los protones. La situación más estable es cuando la carga eléctrica total suma cero, pero por diversos accidentes puede suceder que se pierda o se gane un electrón, con lo cual se genera la falta o el exceso de cargas negativas.

El espectrómetro de plasma de la nave Cassini-Huygens tiene tras de sí a un equipo de trabajo asociado de cuando menos 58 científicos provenientes de 16 instituciones académicas, localizadas en los siguientes países: los Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Finlandia, Noruega y Hungría. En el año 2004, la Editorial SpringerLink publicó un artículo en el cual se explicó la naturaleza del aparato, sus funciones y las actividades que se esperaba realizar una vez que la nave espacial se colocara en órbita en torno a Saturno, dicho artículo consta de 114 páginas.

La nave Cassini-Huygens despegó el 15 de octubre de 1997 de la estación de Cabo Cañaveral, impulsado por un cohete de dos etapas del tipo Titán IV/B. Fue planeada para sobrevolar Saturno durante 4 años, con la separación de una parte acoplada que se llama la sonda Huygens, preparada para penetrar en la atmósfera de Titán, otra de las lunas de Saturno.

La luna de Saturno llamada Encélado fue descubierta en 1789 por William Herschel, su masa es de 1.08X1020 kilogramos, menos del 1.5% de la masa de nuestra Luna. Su atracción gravitatoria es el 1.15% de la fuerza gravitacional que sentimos en la Tierra, lo cual quiere decir que una persona de 100 kilogramos se sentiría en Encélado como si fuera de solamente 1 kilogramo más 150 gramos.

El nombre de esta luna se debe a un personaje de la mitología griega, Encélado, quien era un gigante de cien brazos.

La NASA mantiene un sitio de Internet con información actualizada sobre la nave espacial Cassini-Huygens y el 9 de febrero de 2010, a las 22:00 horas de Hermosillo, Sonora, se encontraba orbitando en torno a Saturno en una órbita elíptica de excentricidad grande, es decir, de forma bastante alargada, viajando a una velocidad de 12 926 kilómetros por hora, a más de 5 299 kilómetros de Saturno.




Fuentes:
http://www.sciencedaily.com/releases/2010/02/100209144657.htm
http://saturn.jpl.nasa.gov/
http://saturn.jpl.nasa.gov/mission/presentposition/

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