sábado, 15 de julio de 2017

El Centro Estatal de Oncología necesita ayuda


Presentación
Ahora se llama Centro Estatal de Oncología, pero voy a llamarlo por su viejo nombre. El Hospital Oncológico del Estado de Sonora necesita ayuda urgente. Voy a argumentar por qué, después de que Sonora pudo ser catalogada como una de las regiones de México más adelantadas en atención a pacientes con cáncer, ahora va camino de quedar en los niveles de algunos países africanos.

Para quienes aguanten los primeros cuatro párrafos, también voy a explicar cómo funcionan las unidades de terapia que se utilizaban en ese centro de atención médica que ahora, sin dinero suficiente, languidece como rosa en los veranos hermosillenses.

Son muchas las personas que siguen disfrutando de la compañía de un ser querido gracias a los tratamientos oportunos que alguna vez brindó para algún familiar. Si se hiciera una evaluación de los beneficios vertidos por el personal, con el equipo del cual disponía, encontraríamos que su contribución al bienestar de muchos sonorenses es incuestionable.

En algún momento de su desarrollo llegó a contar con tres unidades de terapia: un par de aceleradores lineales y otro basado en cobalto 60. Éstas eran: el acelerador lineal modelo "Clinac iX", de la marca Varian y otro de nombre "Saturne 41", confeccionado por la empresa General Electric. Estaba además la unidad basada en cobalto 60, modelo Theratron 780C, construido por la empresa Theratronics.


Muy pronto se quedarán con solo uno de ellos porque el aparato de la General Electric ya no funciona y la unidad Theratron 780C será descontinuada en el año 2018 porque la normatividad se lo exige al hospital. En consecuencia, para todo lo que pueda ocurrir, contarán únicamente con el acelerador lineal de la marca Varian.

¿Pero de qué estamos hablando?
¿Qué significan estas marcas, modelos y unidades?
Vamos a tratar de explicárselo al lector que logró sobrevivir a los primeros cuatro párrafos.

La unidad de cobalto 60
Ésta se basa en una fuente radiactiva que se construye como sigue:
Se parte de una muestra de cobalto 59, llamado así porque contiene 27 protones más 32 neutrones en el núcleo.

Como se indica en la figura, se le aplica una corriente de neutrones para que en cada núcleo quede atrapado uno de ellos, convirtiéndolo en cobalto 60 porque ahora su núcleo tiene 33 neutrones.


El núcleo del cobalto 60 es inestable y no se mantiene para siempre. En lugar de eso emite un electrón mediante un proceso que los físicos llamamos radiación beta negativa. Cuando eso ocurre se convierte en un núcleo de niquel 59 pero también emite radiación electromagnética con dos energías distintas: una de 1.33 millones de electronvolts y otra de 1.17 millones de electronvolts.


Esta radiación es tan energética que se llama radiación gamma y se trata de vibraciones que tienen longitudes de onda tan cortas que caben, en el primer caso, 61.333 veces en el interior de un átomo de hidrógeno y 55.2 veces en el segundo caso.

Esta propiedad llamada longitud de onda se refiere a la distancia entre dos crestas de la vibración de un campo electromagnético. En la figura que sigue se indica con un par de flechas rojas
Es precisamente esta emisión la que se aprovecha para controlarla y lanzarla sobre una parte del cuerpo de un paciente. En las mejores técnicas disponibles se separa en dos haces que llegan por separado y coinciden justo en donde se encuentra el tumor, como se muestra en la figura


El sistema de aceleradores lineales
El sistema del acelerador lineal se basa en una tecnología similar a la de las televisiones antiguas. Esas que tenían un gran cuerpo detrás de la pantalla y que han entrado en desuso hace pocos años para ser sustituidas por las pantallas planas. La idea básica consiste en disponer de un metal caliente en el cual los electrones se agiten para que visiten con frecuencia el exterior inmediato de  la superficie del cuerpo (ver la bola de la izquierda en la siguiente figura). Después se usa un sistema de campos electromagnéticos para acelerar los electrones extraídos de la superficie y concentrarlos sobre un eje largo que puede ser dirigido hacia el paciente, como se indica en la figura, o que puede ser separado en dos haces para juntarlos de nuevo justo donde se encuentra el tumor, como ya se explicó previamente (ver lado derecho de la siguiente figura y consultar la figura anterior). A éste podría llamársele un cañón de electrones.


Nota (los cañones de rayos X):
Un sistema similar al anterior puede usarse si en lugar de electrones se recurre a un generador de rayos X. La diferencia es que lo que viaja no son partículas con masa, sino ondas electromagnéticas que tienen que ser conducidas de manera diferente. En lugar de un cañón de electrones lo que se tiene es uno de rayos X.

La dosis de radiación y los ángulos de ingreso del haz de partículas al cuerpo del paciente.
Tratándose del efecto que producen sobre las células vivas, hay dos tipos de radiaciones ionizantes. Las que pueden destruir los átomos y moléculas por una parte, y por otra, las que no lo logran. Las primeras se llaman radiaciones ionizantes, las segundas se conocen como no ionizantes.

Al destruir los átomos y moléculas de una célula viva, lo que ocurre sobre ellas es una especie de quemadura generalizada que las mata. Por lo tanto, hablar de radiación ionizante equivale a tratar con instrumentos que destruyen a las células.

El objetivo de todos los sistemas que hemos mencionado se trata de producir y controlar radiaciones ionizantes que se enfocarán hacia la quema de células. El ácido desoxirribonucleico (ADN) de las células cancerosas resulta dañado de manera tal que ya no pueden reproducirse y mueren sin descendencia que mantenga al tumor presente. La radioterapia consiste en eso.

Siendo así, se trata de un método extremadamente delicado en el que se busca destruir las células malignas pero conservando, o dañando lo menos posible, las células saludables del paciente.


La ciencia necesaria para poder hacerlo ha sido bien estudiada. Se trata de la física e incluye la propagación y absorción de ondas electromagnéticas en tejidos, o bien, de partículas como electrones, protones, o neutrones en tejidos. El conocimiento adquirido se ha traducido en técnicas que están bien establecidas, de modo que se dispone de la capacidad de predicción suficiente para saber qué va a ocurrir si se controlan bien todos los aspectos que se deben cuidar. Por esa razón existen especialistas que reciben los nombres de oncólogo radiólogo, dosimetrista de radiación y físico.

Las técnicas están disponibles en software adecuadamente programado. Corre en computadoras comunes y puede ser manejado por los especialistas para saber cómo atacar un problema del cual se dispone de los datos de localización y extensión en volumen del tumor a combatir.

Las ventajas de Sonora
Desde hace varios años, el Hospital Oncológico del Estado de Sonora cuenta con este sistema y con las personas especializadas en trabajar apropiadamente para cada caso que se le presenta. En particular, el Estado de Sonora cuenta desde hace años con una licenciatura y un postgrado en física, y desde hace pocos años, también con un postgrado en nanotecnología, de donde salen estudiantes preparados con una mente tan entrenada que absorben cualquier entrenamiento por complicado que pueda parecer.

En el caso de México, tenemos el problema de que quienes toman decisiones esperan disponer de profesionistas previamente preparados, sin que ellos tengan que mover ni un solo dedo para entrenarlos. Afortunadamente, el Hospital Oncológico del Estado de Sonora ha sabido tomar las decisiones apropiadas para contar con especialistas entrenados. Podrá seguirlo haciendo si recibe los apoyos económicos adecuados.


En el mismo sentido, sería necesario pensar en cómo resolver el problema de los servicios preventivos y correctivos de las unidades de terapia que maneja. Allí, también, la existencia de carreras en ingeniería electrónica, o de ingeniería en tecnología electrónica, podrían ayudar.

Las distintas unidades comparadas
Brandi R. Page y colaboradores se plantean la siguiente pregunta: Si se trata de escoger entre unidades de terapia basadas en aceleradores lineales, o en sistemas que usen cobalto 60, ¿cuál es más conveniente para los países en desarrollo?
La pregunta y su discusión viene bien para México, debido a que no es un país de alto desarrollo.

Numeralia de horror
Estos autores afirman que, de acuerdo a la Organización mundial de la Salud,
  • ·         12.7 millones de personas son diagnosticadas con cáncer cada año y 7.6 millones mueren anualmente de esta enfermedad.
  • ·         Cuatro millones de personas mueren prematuramente en el mundo cada año en edades que van desde los 30 hasta los 69 años.
  • ·         Este número crecerá para 2030 en un 45% y llegará a 11.5 millones de muertes anuales.
  • ·         Más del 70% de las muertes por cáncer ocurren en los países en desarrollo, donde se carece de equipo médico suficiente para su atención.
  • ·         El estándar para el mundo debería ser la existencia de una máquina de alto voltaje para radioterapia por cada 100 000 a 200 000 personas viviendo en regiones específicas. Es decir; un estado, una provincia, etcétera.
  • ·         En África hay 29 países que no tienen una máquina para radioterapia.
  • ·         Senegal tiene una unidad de radioterapia para 12 millones de personas.
  • ·         Ghana y Sudáfrica tienen una máquina para 1 millón de habitantes.
  • ·         Etiopía tiene una máquina para 70 millones de habitantes.


Ventajas de los aceleradores lineales
  • 1.       La dosimetría de los aceleradores lineales es de mejor calidad. Su energía es más alta, en un rango de valores distintos muy específico, comparado con los sistemas basados en cobalto 60 y la capacidad para penetrar en el interior del organismo es mayor.
  • 2.       La dispersión de la radiación es menor, de modo que se puede enfocar mejor para afectar únicamente a las zonas donde existe el tumor.

Ventajas de las unidades de cobalto 60
  • 1.       La estabilidad de las fuentes de corriente eléctrica no es tan exigente, lo cual las hace más apropiadas para zonas donde la corriente eléctrica es más inestable, es decir, sube y baja con demasiada frecuencia.
  • 2.       Son más simples de reparar.
  • 3.       Su manejo es menos sofisticado y capacitar al personal que la usa es más sencillo.
  • 4.       Los costos de los servicios preventivos, o correctivos si se descomponen, guardan una relación de 6.8 a 1. Es decir, por cada dólar gastado en mantener funcionando una unidad basada en cobalto 60, se gastan 6.8 dólares en el mantenimiento de un acelerador lineal.
  • 5.       Las unidades basadas en cobalto 60 son más fáciles de usar para la administración de las dosis de radiación indicadas por los especialistas. Pueden servir para entrenar personal y después pasar al uso de los aceleradores lineales, que entrarían en el servicio al público como un avance sobre un conocimiento mejor de parte de los técnicos involucrados en la radioterapia.


Conclusión
El Hospital Oncológico de Sonora necesita ayuda. Su estructura organizativa la hace de más fácil acceso para el público sonorense de menores recursos. No responder rápido y eficientemente puede generar problemas más serios. Es similar al caso de los automóviles que no reciben sus servicios a tiempo: el daño posterior es mayor.

Rodeado de instituciones privadas, este gran acierto para la salud pública en Sonora se irá extinguiendo si no recibe auxilio, cerrando la opción de atender a la población más necesitada.


Por supuesto, las personas con mayores ingresos, que pueden pagar seguros de gastos médicos mayores y sistemas similares, tendrán en el futuro próximo otras opciones para la atención al cáncer que serán de gran calidad. Pero no muchos los podrán pagar.
El Hospital Oncológico de Sonora ha sido un fruto en el desierto que puede durar mucho tiempo, siempre y cuando las decisiones inteligentes le ayuden.


Referencia para saber más:

Brandi R. Page, Alana D. Hudson, y Derek W. Brown, Adam C. Shulman, May Abdel-Wahab, Brandon J. Fisher y Shilpen Patel, "Cobalt, Linac, or Other: What Is the Best Solution for Radiation Therapy in Developing Countries?", Int J Radiation Oncol Biol Phys, Vol. 89, No. 3, pp. 476e480, 2014, http://dx.doi.org/10.1016/j.ijrobp.2013.12.022


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