Los tibetanos han desarrollado genes que los ayudan a adaptarse a la vida en grandes alturas.
Investigadores de la Escuela de Medicina de Utah y de la Escuela Médica de la Universidad de Qinghai, en China, publicaron en la revista Science Express una investigación en la que reportan haber encontrado diferencias en al menos diez genes de los habitantes del Tíbet, comparados con habitantes de regiones cercanas pero que descienden de personas que siempre han vivido a alturas mucho más bajas.
Un relato excelente acerca de viajes a China, y en especial al Tibet, se encuentra en el blog de Eugenia Mont Farfán, quien publica fotos como la que sigue:
La dirección de su blog es:
http://blogs.elcomercio.pe/cgi-bin/mt/mt-search.cgi?tag=China&blog_id=5
De estos diez genes (cuando menos) dos están relacionados con la producción de hemoglobina, y en su conjunto, permiten a los habitantes del Tíbet vivir en una región en la que el resto de habitantes del mundo siente dificultades para respirar, inflamación en los pulmones y en el cerebro. Como hemos explicado en ocasiones anteriores, la hemoglobina es una proteína de color rojo, que cumple el papel de transportar oxígeno desde los pulmones hasta otras partes del cuerpo.
Existe una ecuación que se llama ley del gas ideal, que permite conocer la presión que ejerce un gas sobre las paredes del recipiente que lo contiene. Sin embargo esa descripción es aproximada y se limita a circunstancias específicas que no vamos a mencionar ahora. Por esa razón se recurre a mejorar la teoría física, con lo cual se encuentra que cada gas ejerce una presión ligeramente distinta de la que se predice al usar la ley del gas ideal. Este es el caso del oxígeno en los alvéolos pulmonares.
Por esa razón, para su estudio, los científicos de ambas instituciones tomaron muestras de sangre de 75 personas que viven en un pueblo a 4 500 metros sobre el nivel del mar. A esas alturas la presión del oxígeno sobre los alvéolos pulmonares es menor. Estos alvéolos pulmonares son las regiones del pulmón en donde ocurre el intercambio de gases entre la sangre y el aire que hacemos entrar a los pulmones cuando respiramos.
Las muestras de sangre fueron utilizadas para estudiar el genoma de los habitantes del Tíbet, con lo cual se confeccionó una lista de 247 genes candidatos a ser diferentes debido a su papel en el procesamiento del oxígeno en el cuerpo.
Se realizó el mismo análisis con personas que viven en regiones más bajas a fin de hacer comparaciones. La conclusión de los investigadores es que hay diez genes que podrían explicar la facilidad de los tibetanos para tener mayores cantidades de óxido nítrico, una molécula que probablemente ayuda a obtener más oxígeno en los tejidos y prevenir la policetemia, un trastorno que se presenta cuando hay demasiados glóbulos rojos en la sangre.
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