miércoles, 15 de septiembre de 2010

Actualidades Científicas (Vox Populi de la Ciencia, Radio Bemba) 25 de agosto de 2010

 
I. Estudios clínicos demuestran, por primera vez, la efectividad de tomar agua como método para controlar el apetito y bajar de peso.



La Dra. Brenda Davy y seis colaboradores del Instituto de Salud Pública e Investigación sobre el Agua, han publicado un artículo en el que reportan que tomar agua 30 minutos antes de cada comida ayuda a disminuir el consumo de alimentos, lo cual repercute en la disminución de peso.
 
El interés de este grupo de investigación está dirigido hacia el hecho, bien establecido, de que los adultos mayores tienen un peso superior al promedio del resto de la población, producto de un proceso de aumento de peso conforme avanza su edad.
 
Para el desarrollo de su investigación estudiaron un conjunto de 48 seres humanos adultos, formaron dos grupos de personas con edades entre 55 y 75 años. Ambos grupos siguieron una dieta reducida en calorías para disminuir su sobre peso pero a uno de ellos le indicaron que tomara dos tazas de agua antes de cada comida, en tanto que al otro grupo les permitieron asistir a su toma de alimentos sin tomar agua.
 
El resultado fue que la ingesta de calorías se redujo en el grupo que tomaba agua 30 minutos antes de cada comida, lo cual repercutió después en una disminución de peso más notable.
 
Fuente: http://www.ipwr.org/science/davy.html
 
En palabras de Brenda Davy, traducida por nosotros, afirma: “Encontramos en estudios iniciales que las personas con edad media, o avanzada, quienes tomaron dos tazas de agua justo antes de ingerir sus alimentos comieron entre 75 y 90 calorías menos durante sus comidas. En un estudio más reciente encontramos que en el curso de 12 semanas, quienes siguieron el método de tomar agua perdieron aproximadamente 2.5 kilos más que quienes no lo hicieron.”
 
Brenda Davy trabaja ahora para el Virgina Tech y recomienda tomar agua con la frecuencia adecuada pero afirma que no se sabe cuánta agua debe consumir cada persona y advierte sobre los excesos en que se puede caer si se toma demasiada agua, lo cual puede llevar a quienes lo hacen a una condición que se conoce como: intoxicación con agua o hiperhidratación. La recomendación para las personas saludables es que consuman el agua necesaria para saciar su sed.
 
Este caso de intoxicación con agua debería ser leído por las personas jóvenes debido a que, en la actualidad, la costumbre de ingerir agua para evitar el consumo de alimentos está muy difundida entre las damas que tratan de controlar su peso para mejorar, o conservar, una figura que consideran ideal en los patrones de belleza modernos. Como puede verse, la intoxicación por agua es un tema suficientemente importante para ser abordado en un programa próximo de Vox Populi de la Ciencia.

 
II. Se pueden detectar cuatro tipos de cáncer por medio de nanosensores. Funcionan mediante un aparato similar al alcoholímetro que se usa en algunas ciudade
s.


Con fecha 10 de agosto de 2010, ocho investigadores de apellidos: Peng, Hakim, Broza, Billan, Abdah-Bortnyak, Kuten, Tisch y Haick, publicaron en la revista British Journal of Cancer, número 103, páginas 542 a 551, un artículo cuyo título es: Detección de cánceres de pulmón, seno, colorectal y de próstata mediante el uso de arreglos de nanosensores para analizar el aliento que se recibe de la boca de la persona para ser almacenado en un pequeño recipiente.
 
Los autores explican que el crecimiento de los tumores viene acompañado de cambios en genes y/o proteínas que pueden llevar a la formación de peróxidos en las membranas de las células.
 
Los peróxidos son compuestos en los que hay, entre otros átomos, pares de oxígenos que están ligados únicamente por un enlace químico, razón por la cual a cada oxígeno le sobra otro enlace. Cada enlace es una conexión entre dos átomos. Se trata de una región del espacio en la que se mueven electrones que son compartidos por ambos átomos, pero cuando se hacen maquetas para representar moléculas son presentados con picadientes y otros objetos largos.
 
Cuando se forman estos peróxidos, las células emiten compuestos volátiles orgánicos que son expulsados a través del aliento y pueden ser detectados por medio de nanosensores. Se le llama compuestos volátiles porque son gases que se difunden en el aire.
 
Los nanosensores son formados con algunas decenas o miles de átomos, que pueden ser usados para detectar algo. En el caso que nos interesa ahora se trata de grupos, o arreglos, de estos pequeños compuestos.
 
Son tan pequeños que si pudiéramos alinear átomos de hidrógeno como si fueran canicas, bastaría unas cuantas decenas de ellos para igualar el tamaño de un nanocompuesto.
 
Los investigadores lograron caracterizar los estados de salud de personas con cánceres de pulmón, seno, colorectal y próstata analizando el aliento de 177 voluntarios con edades de 20 a 75 años de edad. La colección de aliento de los voluntarios se realizó antes de que llevaran alguna clase de tratamiento y de acuerdo a los datos que subjetivamente proporcionaban ellos, parecían estar sanos. Dicho de otra forma: ellos se sentían bien de salud.
 
Los distintos alientos capturados fueron analizados en los detectores hechos con nanopartículas de oro y se usaron técnicas de cromatografía de gases, además de técnicas de espectrometría.
 
La cromatografía de gases es un sistema para separar gases y estudiar de qué están compuestos. Con frecuencia aparecen en programas sobre asuntos criminales en la televisión de los Estados Unidos y su grado de complejidad nos obliga a exponer su funcionamiento en un programa próximo de Vox Populi de la Ciencia.
 
Las técnicas de espectrometría aprovechan la propiedad que tiene cada átomo de absorber y emitir luz de ciertos colores que son típicos de cada átomo, razón por la cual esos colores son como una credencial de identificación de cada átomo.
 
Los investigadores pudieron diferenciar, en este estudio, los distintos tipos de cáncer, independientemente de la edad, el género, el estilo de vida y de otros factores que pueden llevar a confusión.
 
Los investigadores concluyen que sus resultados podrían llevar al desarrollo de métodos fáciles de usar, no caros, portátiles y no invasivos, para diagnosticar estos cuatro tipos de cáncer.
 
Fuente: http://www.nature.com/bjc/journal/v103/n4/full/6605810a.html
 

III. Un grupo de investigadores canadiense desarrolló un neuromicrochip que puede ser conectado a diferentes partes del cerebro y se podrá vigilar zonas del cerebro extremadamente pequeñas.


Uno de los problemas con los estudios del cerebro es la capacidad de resolución de los aparatos que se usan. Con esto queremos decir que muchas veces no se logra diferenciar con detalle de cuáles zonas cerebrales se trata. Es un problema similar a tratar de ver los cráteres de la luna con un telescopio de muy mala calidad.
 
Los investigadores han logrado cultivar neuronas en aparatos de laboratorio y conectarlas en las terminales de los chips. Y al revés, también han logrado conectar los chips a células cerebrales.
 
La técnica les permite vigilar cambios pequeños en la actividad cerebral, al nivel del intercambio de sustancias de las neuronas con el medio que las rodea a través de sus membranas. También han logrado estudiar el efecto de las sinapsis sobre las neuronas.
 
Como hemos explicado en otras ocasiones en este programa de radio. Las neuronas tienen una parte principal llamada soma, después un cordón largo que se llama axón, que se ramifica en hebras pequeñas similares a las raíces más delgadas de los árboles. Esas hebras terminan en protuberancias que se llaman sinapsis y que tienen en su interior glándulas que producen unas sustancias llamadas neurotransmisores con las que bañan las membranas de otras células.
 
El neurochip fue desarrollado en el Instituto del Cerebro Hotchkiss, del Departamento de Biología Celular y Anatomía de la Universidad de Calgary.
 
Ellos concluyen que su neurochip permite estudiar cómo trabajan pares de células y que su uso permitirá entender mejor cómo trabajan los fármacos utilizados para diversas enfermedades del cerebro. En especial las que son neurodegenerativas, como el mal de Parkinson y el Alzheimer.
Fuente: http://www.hbi.ucalgary.ca/news-stories/Advances-Neurochip-Technology
 

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