jueves, 8 de septiembre de 2011

Los materiales con asbesto en México, un peligro que la legislación mexicana no atiende


Los materiales con asbesto en México,
un peligro que la legislación mexicana no atiende
(Vox Populi de la Ciencia, Radio Bemba)
7 de septiembre de 2011

El asbesto es un material utilizado en la industria de maneras muy diversas:
·   Se utiliza para fabricar láminas para techos, tuberías, tinacos, etcétera, mediante un material que se llama asbesto-cemento.
·   Se usa para fabricar productos aislantes que contienen aproximadamente 80% de asbesto mezclado con silicato de sodio o de almidón para fabricar cartón-asbesto, que se utiliza para empacar mercancías.
·   Como una combinación de asbesto y magnesia en la que están presentes fibras de asbesto que forman el 15% del material y carbonato de magnesio, que es el 85% restante.

·   También se fabrican filtros de asbesto, juntas (empaques que se encuentran entre partes de motores por ejemplo), aislantes de sonido, telas e hilos, termoplásticos (como los “termos” que utilizamos para conservar caliente el café), entre otros.

Fuente: Jorge García Calderón, Asbestos de México, Bol. Soc. Geol. Mexicana, Tomo XXXIX, No. 2, p.p. 154-161, septiembre 1978.

Según Jorge García Calderón, “La palabra asbestos es un amplio término que ha sido aceptado y aplicado a un número de silicatos minerales fibrosos que se encuentran en la naturaleza. Son incombustibles y resisten la acción de los ácidos; pueden ser separados por medios mecánicos en fibras de varias longitudes y espesores. Difieren en su composición química y en otras propiedades físicas.”

Según la misma fuente, la mayor parte de la producción de crisotilo proviene de tres áreas principales: la parte oriental de la ciudad de Quebec, en Canadá; de los Urales, en Rusia; y de una parte de Rodesia y otra de Sudáfrica.

De acuerdo a María Concepción Fortes Rivas, Investigadora de la Dirección de Posgrado e Investigación de la Universidad La Salle, y de Brenda Elizabeth Garza Sandoval, egresada de la Escuela de Ciencias Administrativas de la misma universidad, “El asbesto es  un material utilizado ampliamente en el mundo, incluyendo México, cuyos efectos negativos en la salud están comprobados. Hasta la fecha no se ha demostrado con certeza que exista un límite seguro de exposición en el que no se corra el riesgo de contraer algunas de las enfermedades asociadas con ello y sólo en ciertos gobiernos las medidas preventivas han sido realmente implementadas, por lo que es urgente que nuestro país adopte una conciencia real sobre este problema y se haga algo más que sólo establecer estándares de emisión permitidos. ”
Fuente: Su artículo se llama “Asbesto: un peligro latente para la salud”, Rev. del Centro de Inv. (Méx.) Vol. 7. Núm. 25. Ene..- Jun. 2006 .

Según María Concepción Fortes Rivas y Brenda Elizabeth Garza Sandoval, en algunos países ha sido prohibido su empleo, pero dicha prohibición no ha sido divulgada, de modo que ellas consideran necesario analizar la situación en México. Podríamos agregar que entre esos países están todos los que conforman la Unión Europea, como se puede consultar en la página de rapex, un sitio de internet en el que se alerta a los habitantes de Europa acerca de los productos que contienen sustancias nocivas para la salud.

De acuerdo al sitio de internet de Medicine.World.Org, el cáncer inducido por los asbestos se debe a las propiedades físicas de las fibras que lo forman, más que a sus propiedades químicas. La peligrosidad de las distintas fibras es muy variada pues algunas son de baja capacidad para la producción de cáncer, mientras que otras son prácticamente letales.
Fuente: Timbrell V. Physical factors as etiological mechanisms, in biological effects of asbestos. Int. Agency Res Cancer (Lyon) 1973.



Muchas de las fibras son de tamaño microscópico, de modo que se trata de un peligro latente que flota en el aire. Muchas de ellas son respiradas y expulsadas enseguida mediante la tos, otras son tragadas y  expulsadas junto con el excremento. Las que causan problemas se incrustan en los alveolos pulmonares, especialmente en la pleura o en la parte inferior de los pulmones. Allí, el organismo trata de aislarlas, pero se inicia un proceso inflamatorio que involucran la dispersión de varias sustancias químicas asociadas con ese proceso fisiológico. De esa forma el pulmón se va llenando de sustancias ajenas a su labor cotidiana.

Enseguida se inician procesos en los que varios genes empiezan a trabajar para desencadenar procesos bioquímicos complicados en los que el resultado final es la producción de células mesoteliales. El mesotelio es un tejido que forma membranas para cubrir órganos del ser humano, como por ejemplo: la pleura, que cubre los pulmones; la cobertura de los testículos en los varones; membranas existentes en el corazón, etcétera. El problema se presenta cuando ocurren mutaciones en el DNA de esas células y se presentan daños que consisten en la proliferación de ellas de manera desordenada, sin seguir el programa de autodestrucción que se llama apoptosis y que ocurre cuando la célula ya está vieja. Eso es el cáncer.

Hay evidencias científicas de que la causa de la aparición del cáncer, en estos casos, se debe a que las fibras de asbesto inducen la producción de oxígeno que recibe el nombre de súper reactivo, lo cual se manifiesta porque reacciona con moléculas de los tejidos y las destruye para formar otras que no tienen una función útil en el tejido que ayudan a formar. El problema es especialmente delicado cuando es el DNA el que resulta dañado por la presencia del oxígeno.

Mientras que en Europa está prohibido el uso del asbesto, en México la legislación es extremadamente débil. Se basa en la Norma Oficial Mexicana conocida como NOM-125-SSA1-1994. Está dirigida a establecer requisitos sanitarios para el proceso y uso del asbesto, pero no lo prohibe. La norma que se encuentra vigente fue aprobada por la Secretaría de Salud el 8 de agosto de 1996 y publicada para que entrara en vigor el 8 de octubre siguiente. Dos meses después.

A partir de esa norma oficial se han formulado otras más, que establecen normas para el manejo de diversos tipos de residuos. Entre ellos la prevención de la presencia de fibras de asbesto en el agua. En realidad el conjunto de medidas tomadas por los gobiernos mexicanos no han prestado atención a la observación hecha por estudios científicos en los que se reconoce el desconocimiento de alguna concentración mínima, más abajo de la cual el problema desaparece.

Como dijimos antes, en México el problema ha sido puesto en consideración por María Concepción Fortes Rivas y Brenda Elizabeth Garza Sandoval en el trabajo que mencionamos previamente. Sin embargo, la legislación sigue siendo la misma, la población de México sigue ignorando estos peligros, y trabajadores conocidos por todos nosotros, como los mecánicos que arreglan los motores de los automóviles, siguen manejando empaques que están hechos con esas fibras.


En las ciudades seguimos viendo láminas de asbesto cubriendo los techos de las casas habitación, entre tantos otros problemas potenciales que producen cáncer hasta veinte años después de absorbida una de estas fibras peligrosas. Todo sin que nuestro gobierno desarrolle pasos firmes hacia la protección de la población mexicana, en lugar de proteger a las empresas que descansan sobre la fabricación y la comercialización de los productos que contienen asbesto.

2 comentarios:

  1. Muy interesante el articulo, me interesaría saber que empresas en México trabajan con asbesto, en mi familia comenzamos un tramite legal por el fallecimiento de un familiar por mesotelioma, si alguien que lea esto y tenga alguna información se lo agradecería mucho, mi correo es vero_bc@outlook.es

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  2. Estos artículos son los que se deben hacer virales por qué como nadie sabe ni dice nada de estomi ha gente silenciosamente está muriendo de esto y sin saber que tantas cosas son fabricadas de asbesto ya debe ser totalmente prohibido en mexico

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