Presentación
La inmensa mayoría
de los mexicanos, comandados por los comentaristas de fútbol de la
televisión, lloran la derrota de 4 goles contra 1 frente a la
selección de los alemanes en un torneo llamado: Copa de
Federaciones, o algo así. Llueven las críticas sobre el director
técnico de la selección mexicana, rebautizada en estos casos como:
la decepción mexicana, y se toca ocasionalmente a un grupo de
empresarios ignorantes que hacen mucho dinero a costa del gusto por
ese deporte y a un nacionalismo alimentado adecuadamente para los
fines a que haya lugar (como se dice cuando se busca parecer muy
formal).
Se invoca la
capacidad organizativa de los alemanes y se supone que copiando su
sistema tendríamos en doce años un nivel similar al de ellos.
Siento decirles que las cosas no son tan simples como hacer copias de
esquemas administrativos simplistas. El problema va mucho más lejos
y tiene que ver con la ciencia incorporada al deporte de alto
rendimiento, incluido el fútbol.
No es tan simple
como designar a cualquier rijoso que jamás estudió con seriedad
para que mágicamente transforme a un grupo de mexicanos en jugadores
de primerísimo nivel en el mundo. Repito, hacen falta ciencias como:
las matemáticas, la física, la biología, girando en torno a la
medicina deportiva.
Esa misma ciencia
que en México se desprecia, tanto por parte de empresarios como de
estos gobiernos que viene recortando becas a estudiantes de postgrado
y dejan sin trabajo a maestros en ciencias y doctores en ellas, al
mismo tiempo que subsidian a empresas trasnacionales con el dinero
asignado al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
Voy a relatar
brevemente un artículo científico elaborado por ocho investigadores
italianos, quienes estudiaron el efecto que resulta de entrenar por
la mañana o hacerlo por la tarde. La referencia está al final y me
referiré a ellos como Bonato y colaboradores nada más. La
publicación apareció en línea apenas el 1 de junio de 2017 en la
revista: Journal of Sports and Medicine.
Algunas definiciones necesarias
Según el profesor
Alan Hedge, un ritmo biológico es cualquier cambio cíclico en el
nivel de funcionamiento químico de un organismo. Puede haber ritmos
biológicos internos, controlados por aspectos endógenos de cada
organismo y también puede haberlos externos, como la actividad
consciente y la del sueño. En este caso pueden influir diversos
factores: como la luz del día, la alimentación, el ruido, la
interacción social, etcétera.
Uno de estos ciclos
es el ritmo circadiano, cuya duración es cercana a 24 horas, lo cual
se contempla en el nombre proveniente del latín circa (cerca), es
decir, circadiano significa: cerca de un día. En éste influyen los
ciclos de sueño y vigilia, la temperatura corporal, los patrones de
secreción hormonal, la presión sanguínea, las secreciones
digestivas y el nivel de alerta. En su regulación juega un papel
fundamental el núcleo supraquiasmático, un grupo de neuronas que se
encuentra en el hipotálamo y que trabaja sobre la glándula pineal
estimulando la secreción de melatonina.
¿Entrenar por la
mañana o hacerlo por la tarde?
Veamos un ejemplo de
por qué el conocimiento científico es relevante para la actividad
deportiva de alto nivel. Bonato y colaboradores han publicado
recientemente algunos hallazgos interesantes que refuerzan un saber
previamente proporcionado por la ciencia. Ellos han podido demostrar
que no es lo mismo entrenar por la tarde que hacerlo por la mañana,
pues los entrenamientos influyen sobre el ritmo circadiano haciendo
que el rendimiento en competencia se modifique de tal forma que
afecta el desarrollo de la misma. Deseo recalcar sólo dos de las
conclusiones que los investigadores obtienen:
1.- La aplicación
de conocimientos en tiempos atípicos afecta porque se pierde
sincronía en el ritmo circadiano de cada jugador, impactando la
recuperación y la sobrecarga de trabajo.
2.- El estudio
demuestra que la realización de las sesiones de entrenamientos y el
monitoreo de los deportistas debe tomar en cuenta si los eventos
deportivos se realizan por la mañana, por la tarde, o por la noche.
Para saber más:
Matteo Bonato, Luca
Agnello, Letizia Galasso, Angela Montaruli, Eliana Roveda, Giampiero
Merati, Antonio La Torre and Jacopo A. Vitale, “Acute Modification
of Cardiac Autonomic Function of High-Intensity Interval Training in
Collegiate Male Soccer Players with Different Chronotype: A
Cross-Over Study”, Journal of Sports Science and Medicine (2017)
16, 286-294
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